• 4 tajadas de bacalao salado
• 300 g de salmón ahumado
• 4 dientes de ajo
• 1/4 litro de aceite virgen
• salsa de tomate
• perejil picado.
Elaboración:
Desala
el bacalao y méchalo con el salmón.
En una cazuela de barro con aceite
pon a dorar los dientes de ajo enteros. Cuando estén bien doraditos, retíralos
y resérvalos.
Fríe
a continuación el bacalao 3 minutos por cada lado, en primer lugar
con la piel hacia arriba. Retira la cazuela del fuego y, con cuidado de no
quemarte, quítale el aceite dejando sólo el bacalao. Espera que el aceite se
temple. Ve echando en pequeñas cantidades, varias
veces, el aceite a la cazuela fuera del fuego. A la vez, mueve el recipiente
constantemente para que la salsa ligue al pil-pil. Necesitarás al menos un
cuarto de hora. En caso de que el aceite quedase extremadamente frío, pon la
cazuela unos segundos al fuego.